Llevamos seis días.

                 Llevamos seis días acojonados, ya casi sin importarnos salir o no, solo estamos pendientes de cualquier información sobre el Coronavirus que salte a los medios, recibiendo como un auténtico mazazo cualquier aumento en las estadísticas de infestados por el virus.

El aumento de personas contagiadas, es un calvario, es un horror el ver como golpea a nuestros mayores, como los acorrala en esas residencias de ancianos, donde presumiblemente deberían estar encantados y acompañados, y que ha terminado siendo una trampa mortal.

O como se te hace un nudo en el estómago el ver o escuchar como solicitan ayuda angustiados esos sanitarios  que sin equipos de protección siquiera,  se meten el la boca del lobo, con el riesgo de terminar infestados, por tal de ayudar a todos aquellos que se acercan a los hospitales en busca de ayuda.

Y las personas mayores, solemos recurrir a la ayuda divina implorando, entre otros, a Virgen del Carmen o al Nazareno de Santa María, a que los protejan y los ayude y no caigan malitos, porque nos hacen mucha falta. Son nuestros héroes.

Cada persona que fallece, cada persona que termina siendo infestada, cada aumento de las cifras de contagiados debiera ser un golpe a nuestro orgullo como país, a nuestra identidad y para los políticos con decencia, que no las tienen, un dedo acusador de que las cosas no la han hecho bien.

Y cuando sale una iniciativa, a modo de cariño y agradecimiento, de aplaudir desde nuestros balcones y terrazas a las 20h. a ese grupo de valientes que se juegan su salud por aliviar la nuestra, sale el grupo de Pablo Iglesias, promoviendo una cacerolada contra el Rey, y de esa manera boicotear la iniciativa popular.

Y ante eso he de decirle, ¡Pablo Iglesias eres un hijo de puta, tú y toda tu puta camarilla de incompetentes que os sigue, que solo destiláis odio, malnacidos! Que solo buscáis enfrentamientos, cuando los culpables de esto que está pasado la tiene ese deplorable gobierno que nos está mandando, ¡¡¡miserables!!!.

Bueno amigos, cuidaros mucho vosotros y a vuestros mayores. Mucha salud, mucha suerte y no salgáis de casa.

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