Con la cabeza gacha

Así andamos para nuestra desgracia, sin meternos en nada, mirando para otro lado, rezando para que las desgracias le toquen a otro, que el trabajo lo pierdan los otros, porque estamos planificando las vacaciones y no nos la vayan a fastidiar. No queremos enterarnos sino el estar "tranquilos", sobre todo, por no señalarnos, para que nos etiqueten de "fachas" (como si eso fuese importante), para que no nos pongan una señal en color amarillo, (como a los estudiantes de Selectividad en Baleares) como a los judíos. Y seguimos sin querer darnos cuenta de que tenemos a un presidente del gobierno, con tan pocos escrúpulos, que es capaz de vender a su propia madre por un rato de poder, que se está convirtiendo (si no lo ha sobrepasado) a pasos agigantados en el Maduro de Europa con su lugarteniente Diosdado Ábalos, y su Delcy Lastra, siguiendo las directrices de aquel, sobre el como destrozar y prostituir todas y cada una de l...